La práctica del yoga tiene beneficios tanto físicos como mentales.
Mientras que los ejercicios físicos generalmente trabajan solo con los músculos superficiales del cuerpo, las prácticas de yoga también ejercitan y tonifican:
- Los órganos de los sistemas digestivo, circulatorio y respiratorio;
- las glándulas endocrinas (responsables de segregar hormonas que, entre otras funciones, regulan el metabolismo y la estructura y nutrición de células y tejidos); y
- el sistema nervioso.
La práctica de yoga es muy efectiva para aliviar tensiones acumuladas en el cuerpo, especialmente en el cuello, la espalda y la cintura.
Por supuesto que también se tonifican los músculos, quemando grasas y mejorando la figura y postura corporal. Las articulaciones y la columna vertebral se mantienen en un óptimo estado y el cuerpo se vuelve más ágil y flexible.
La práctica regular de yoga ayuda a prevenir y aliviar muchas enfermedades y su práctica es propicia para la longevidad.
Practicando regularmente yoga, nuestro sistema libera endorfinas, sustancias responsables de una profunda sensación de bienestar y gozo.
Nuestra mente se estabiliza, incrementando su capacidad de concentración, y volviéndose menos vulnerable en situaciones de estrés.
Después de una práctica de yoga profunda, el cuerpo y la mente se liberan de tensiones y nos invade una sensación de paz, energía y vitalidad.
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