Cuando nuestra mente está estresada, el cuerpo lo refleja con contracturas, dolores, problemas digestivos y otras dolencias y enfermedades.
Los Sabios de la antigüedad en la India descubrieron que así como la mente afecta el cuerpo, el cuerpo también puede afectar a la mente. Fue así que desarrollaron y perfeccionaron una serie de posturas corporales y técnicas de respiración orientadas a mantener el cuerpo en óptima forma y estado de salud a la vez que estabilizan y equilibran la mente, brindándole una profunda paz e incrementando su capacidad de concentración, y por ende, su efectividad para responder a los desafíos diarios de la vida.
Todo esto pasó a formar parte de la milenaria ciencia del yoga, que hoy es accesible para cualquiera que desee una profunda mejora en su calidad de vida.
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